Una ruta al reconocimiento.

Siempre estás pensando en que podrías haber realizado más de lo que has hecho hasta ahora?

Tener una visión compasiva de ti mismo como ser humano es una forma de darle armonía y equilibrio a esa imagen que tienes de ti; tu auto-imagen!

Siempre nos exigimos más, nos reprochamos algo, nos criticamos por alguna cosa, nos sentimos inconformes con nosotros mismos por algo o por alguien y entonces, estamos viviendo el día a día desde un espacio de escasez o pérdida con nosotros mismos.

Párate frente al espejo y has una lista de todos tus logros, de las cosas que has superado hasta el presente, de todo aquello que pensaste que no podías lograr y ahora es meta superada, de todos los miedos que ya no existen, de todos los cambios que has logrado asimilar.​​

Cuando vemos en retrospectiva nuestra vida, muchas veces pensamos ¿Cómo fui capaz de llegar hasta aquí? ¿Cómo logré esto o aquello? o !Si me hubiesen dicho que esto me pasaría y lo sobreviviría, nunca lo habría creído!

Pues si, tienes ese poder y ya lo has usado antes. Imagínate todo lo que puedes lograr si lo reconoces, si lo afirmas, si lo sientes! Que gran persona eres! Cuan capaz eres!Es posible que existan cosas que pudiste hacer mejor, es posible que existan cosas que aún estén por hacerse. Excelente! Así es la vida. Está llena de aprendizajes pasados y retos futuros que se viven en un permanente accionar en el presente.

Eres un ser humano, decidiendo a cada momento de acuerdo a sus circunstancias. Lo que se hizo en un determinado momento, ya pasó. Lo importante, es lo que puedes hacer con ese aprendizaje ahora. Acepta las limitaciones y estarás comenzando a superarlas. Reconoce tus logros y estarás capitalizando tu experiencia.

Agradece las oportunidades y estarás expandiendo tu consciencia.

Aceptar-te, reconocer-te y agradecer-te, potencian la imagen que tienes de ti, esa auto-imagen que te impulsa y te reconforta cuando la conectas y es positivamente retroalimentada por el entorno, cuando la proyectas.